miércoles, 4 de octubre de 2023

Psicología de las masas y análisis del yo, Sigmund Freud

[…] Ya hemos visto que el Ejército y la Iglesia reposan en la ilusión de que el jefe ama por igual a todos los individuos. [...]
[…] Su afectividad queda extraordinariamente intensificada y, en cambio, notablemente limitada su actividad intelectual. [...]
[…] Siempre que dos familias se unen por un matrimonio, cada una de ellas se considera mejor y más distinguida que la otra. [...]
[…] Se puede ser un buen cristiano sin haber tenido jamás la idea de situarse en el lugar de Cristo y extender, como El, su amor a todos los humanos. El hombre, débil criatura, no puede pretender elevarse a la grandeza de alma y a la capacidad de amor de Cristo. [...]
[…] Puede decirse que el objeto ha devorado al yo. [...]
[…] Nuestros actos conscientes se derivan de un substrato inconsciente formado, en su mayor parte, por influencias hereditarias. [...]
[…] Los sentimientos de la multitud son siempre simples y exaltados. De este modo, no conoce dudas ni incertidumbres [...]
[…] Le Bon piensa que en una multitud se borran las adquisiciones individuales desapareciendo así la personalidad de cada uno de los que la integran. [...]
[…] La noción de lo imposible no existe para el individuo que forma parte de una multitud. [...]
[…] La multitud es impulsiva, versátil e irritable y se deja guiar casi exclusivamente por lo inconsciente. [...]
[…] La masa quiere siempre ser dominada por un poder ilimitado. Avida de autoridad, tiene, según las palabras de Gustavo Le Bon, una inagotable sed de sometimiento. [...]
[…] La identificación es la forma primitiva del enlace afectivo a un objeto; [...]
[…] -la desaparición de la personalidad individual inconsciente, la orientación de los pensamientos y los sentimientos en un mismo sentido, el predominio de la afectividad y de la vida psíquica inconsciente, la tendencia a la realización inmediata de las intenciones que puedan surgir-, [...]
[…] instinto gregario excluye por completo la necesidad de algún Dios y deja al rebaño sin pastor. [...]
[…] En los casos más graves se conduce más bien como un rebaño de animales salvajes que como una reunión de seres humanos. [...]
[…] En las melancolías psicógenas, el yo sería incitado a la rebelión por el maltrato de que le hace objeto su ideal en los casos de identificación con un objeto rechazado. [...]
[…] en cuanto cierto número de seres vivos se reúne, trátese de un rebaño o de una multitud humana, los elementos individuales se colocan instintivamente bajo la autoridad de un jefe. [...]
[…] el prestigio depende siempre del éxito y desaparece ante el fracaso. [...]
[…] el individuo integrado en una multitud adquiere, por el solo hecho del número, un sentimiento de potencia invencible, [...]
[…] Cuando más enamoradas están, más completamente se bastan. [...]
[…] carencia de libertad del individuo integrado en una multitud. [...]
[…] Cada individuo forma parte de varias masas; se halla ligado, por identificación, en muy diversos sentidos, y ha construido su ideal del yo conforme a los más diferentes modelos. [...]
[…] basta la pérdida del jefe -en cualquier sentido- para que surja el pánico. [...]
[…] Así pues, la desaparición de la personalidad consciente, el predominio de la personalidad inconsciente, la orientación de los sentimientos y de las ideas en igual sentido, por sugestión y contagio, y la tendencia a transformar inmediatamente en actos las ideas sugeridas, son los principales caracteres del individuo integrado en una multitud. Perdidos todos sus rasgos personales, pasa a convertirse en un autómata sin voluntad». [...]
[…] «Por el solo hecho de formar parte de una multitud desciende, pues, el hombre varios escalones en la escala de la civilización. Aislado, era quizá un individuo culto; en multitud, un bárbaro. Tiene la espontaneidad, la violencia, la ferocidad y también los entusiasmos y los heroísmos de los seres primitivos». [...]
[…] «Estar enamorado significa exagerar desmesuradamente la diferencia entre una mujer y otra.» [...]
[…] Yendo al grano, el PBI mide todo excepto las cosas que le dan valor a la vida." [...]

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